RESUMEN
El deporte
paralímpico, que tuvo sus orígenes en una práctica deportiva adaptada con fines
terapéuticos para personas con discapacidad, se ha consolidado actualmente como
deporte de alto rendimiento y se rige bajo los mismos parámetros del deporte olímpico.
Cada vez, se cierra más la brecha que divide estos dos escenarios y somos
testigos de cómo día a día se desarrollan nuevas iniciativas que hacen prever
la integración futura de los dos sistemas. Este artículo ilustra e invita a
reflexionar sobre el desarrollo del sistema deportivo paralímpico, los
problemas que afronta actualmente y la perspectiva futura de desarrollo.
Palabras
clave: deporte paralímpico, deporte olímpico, inclusión social.
INTRODUCCIÓN
El siglo pasado finalizó con una
actividad deportiva que más allá de fortalecer su carácter integrador,
pacifista, recreativo y romántico, se consolidó como el principal producto de
la industria del entretenimiento y como una gigantesca actividad económica
(Ruiz, 2012). El deporte, sin lugar a dudas, fue el fenómeno social de mayor
desarrollo del siglo XX. Dentro del llamado gran escenario del deporte, el
deporte paralímpico logró un importante nivel de desarrollo pasando por
diferentes momentos, desde medio de rehabilitación funcional hasta actividad de
alto nivel de rendimiento. La estructura organizativa y la dinámica de los
eventos competitivos del sector paralímpico lograron el mismo estándar del
denominado deporte convencional y se generaron relaciones de correspondencia
entre los dos sistemas. Es así como existe un apoyo mutuo entre el Comité Olímpico
Internacional-COI y el Comité
Paralímpico Internacional-CPI, (Sainsbury, 2004). El cuestionamiento actual se
centra en la consideración del desarrollo futuro del deporte paralímpico. En este contexto la pregunta es si el CPI
debe moverse hacia el fortalecimiento de su estructura administrativa para
consolidarse como una organización tan sólida y autónoma como el COI o si por
el contrario la dinámica de fusión deportiva que se viene presentando está
marcando la ruta hacia una estructura unificada de ambas organizaciones.
MATERIALES
Y MÉTODOS
Para la elaboración del
artículo se estableció la estructura metodológica, posteriormente se realizó
una revisión bibliográfica y una búsqueda electrónica de artículos relacionados con el tema de los
cuales se escogieron los referenciados
para la revisión sistemática. Se
eliminaron los artículos que no cumplían con los criterios de nivel de
evidencia o pertinencia para el trabajo. Se realizó igualmente para la elaboración
de esta reflexión, el análisis de experiencias relacionadas con el deporte
olímpico y paralímpico
RESULTADOS
Y DISCUSIÓN
Existe actualmente una amplia discusión
sobre diferentes aspectos relacionados con la dinámica del desarrollo de las
diferentes organizaciones deportivas supranacionales de deporte adaptado. De
manera particular el debate se centra sobre el desarrollo autónomo del sistema
paralímpico frente a las realidades deportivas que muestran un desarrollo
paralelo de los sistemas paralímpico y olímpico.
Es evidente la estrecha relación
existente entre el deporte olímpico y el deporte paralímpico. Esta relación
radica en la similitud de sus estructuras administrativas, organizativas y
técnicas (Gómez, 2009). Existe además
una clara dinámica de trabajo conjunto entre los organismos que rigen ambos
sistemas para garantizar la cooperación en las diferentes acciones de su
desarrollo y a la vez la autonomía de ambos sistemas en su campo.
Debido a su carácter apolítico (en
teoría) y a su reconocido valor en los procesos formativos de niños y niñas, la
actividad deportiva se estableció como una manifestación cultural de cobertura
universal. En otras palabras, el deporte llegó a todos los países del mundo sin
importar la orientación política o religiosa; raza, género, edad, condición funcional
o situación económica de los participantes. Se aclara que el término, participante,
vincula tanto a quienes de manera activa desarrollan una actividad física
eventual, sistemática o deportiva como a aquellos que siguen el desarrollo de
los diferentes eventos a través de los medios.
El alto desarrollo de las comunicaciones
y las facilidades de acceso a ellas, han permitido la posibilidad de seguir en
tiempo real las competencias deportivas en diferentes escenarios del mundo. Es
así como gracias a esta situación, a estrategias de vinculación de jugadores procedentes
de diferentes países y a políticas de mercadeo de las franquicias deportivas, hoy
en día existen grupos de hinchas que apoyan a los equipos de fútbol de su país de
origen y de otros tres países más. Ya no hay que ser español para seguir al
Real o al Barcelona ni argentino para ser hincha del River o del Boca. La
televisión y el internet han permitido la creación de comunidades supranacionales,
unidas por intereses comunes, más allá de las fronteras tradicionales, consolidándose
así nuevos escenarios de encuentro en un mundo globalizado. Este crecimiento
desbordante ha generado serios cuestionamientos con respecto al gigantismo económico
del movimiento deportivo y de manera particular el de los Juegos Olímpicos y
del campeonato Mundial del fútbol (Ruiz, 2012).
El sistema paralímpico, que vincula a
los deportistas con algún tipo de discapacidad, presenta una estructura
administrativa autónoma representada por el Comité Paralímpico Internacional
(2012), el cual cuenta actualmente con 165 Comités Paralímpicos Nacionales;
cuatro Organizaciones Deportivas internacionales por discapacidad, IWAS, The International
Wheelchair and Amputee Sports Federation que congrega a deportistas del sector
de la discapacidad física; CP-ISRA, The Cerebral Palsy International Sports and
Recreation Association que agrupa a los deportistas con parálisis cerebral; IBSA,
The International Blind Sports Federation que agrupa a deportistas con limitación
visual e INAS-FID, The International Sports Federation for Persons with an
Intellectual Disability que congrega a los deportistas con discapacidad
intelectual; las Federaciones Deportivas (convencionales) y las federaciones deportivas
propias; ha mostrado un desarrollo acelerado en las últimas décadas debido a
que ha adaptado estructuras tradicionales del deporte a las necesidades del
sistema (Comité Paralímpico
Internacional, 2012).
El Comité Paralímpico Internacional
participa en los diferentes escenarios de establecimiento de políticas que
contribuyen con el desarrollo integral de las personas con discapacidad
alrededor del mundo (Comité Paralímpico Colombiano, 2008). En este campo el
deporte se ha consolidado como poderosa herramienta para lograr la inclusión
social plena y verdadera. De manera concreta la Convención sobre los derechos
de las personas con discapacidad de las Naciones Unidas expresa el “Derecho a
la Recreación, Tiempo Libre y Deporte” (Naciones Unidas, 2006).
La cercanía conceptual del Movimiento Olímpico,
Paralímpico, Sordolímpico y Olimpiadas Especiales radica en la actividad
integradora inherente al deporte mismo. La esencia misma del deporte es su carácter
inclusivo. De esta afirmación dan fe los programas desarrollados por organismos
internacionales tales como la UNICEF (2003) que presenta de manera explícita
argumentos que corroboran lo anteriormente expresado. Puntualmente el documento expresa: “por su propia naturaleza el deporte
trata de la participación, la inclusión y la ciudadanía” y más adelante “el
deporte une a los individuos y a las comunidades…, superando las barreras
culturales y étnicas”. Es importante resaltar que el documento plantea
objetivos muy claros para la actividad deportiva en su carácter formativo: “El
objetivo de las actividades…que implican deporte no es la creación de
campeones…sino el uso del deporte en distintas actividades de desarrollo y la
paz”. Es importante mencionar aquí que
el término deporte presenta un carácter amplio y flexible enmarcando en su
concepto diferentes posibilidades de su manifestación, desde deporte
comunitario, deporte escolar, deporte universitario, deporte corporativo,
deporte de rendimiento, deporte de alto rendimiento y la forma más popular en
nuestros días, “deporte para todos” (Ruiz, 2012).
Como es bien sabido, la actividad física
para personas con discapacidad fue inicialmente utilizada con fines
terapéuticos, es decir como medio de rehabilitación; posteriormente se
desarrolló ampliamente como actividad recreativa y desde mediados del siglo XX se
consolidó como deporte competitivo (Torralba, 2006). Existen incluso referencias
sobre la conformación de clubes y sobre la implementación de programas para
personas con discapacidad, con carácter competitivo ya desde finales del siglo
XIX.
El neurólogo Ludwin Guttmann dio un
impulso fundamental para este proceso al incluir formalmente el deporte dentro
de los programas de rehabilitación de sus pacientes en el hospital de Stoke
Mandeville, primer centro creado para el tratamiento de pacientes con lesión
medular. Esta entidad, fundada en 1944 cerca de Londres, fue consolidándose
como una institución innovadora y a partir de esta dinámica fue generando un
efecto positivo que conllevó al establecimiento de actividades competitivas que
culminaron con el evento realizado en 1948, en fecha coincidente con los Juegos
Olímpicos de Londres, con participación de veteranos de la Segunda Guerra
Mundial con lesión medular. A partir de allí el movimiento de deporte adaptado se
desarrolló de manera acelerada con cercanía organizacional con los eventos
Olímpicos. Fue así como en 1960 se celebraron en Roma los primeros Juegos
denominados Paralímpicos coincidiendo con la celebración de los Juegos
Olímpicos (Fernández Clanco & Castro Pañeda, 1999).
Simultáneamente, con el desarrollo del
denominado sector paralímpico y con la misma base conceptual del olimpismo, se
fueron desarrollando otros eventos competitivos de carácter internacional para
cobijar otras a otros tipos de discapacidad. Fue así como en el año 1988 fue
recibida oficialmente del COI la denominación de Special Olimpics para dar
cobertura deportiva a los atletas con discapacidad intelectual. En esta misma
dinámica, en el año 2001 los Deaflympics recibieron autorización del CPI para
denominarse de esa manera (Matveev et al.
2006). Las sordolimpiadas cobijaron en una sola categoría a los deportistas
con limitación auditiva, estableciéndose como base para su clasificación una
pérdida de la audición superior a 55 decibeles en el mejor oído. Se aclara que
la comunidad sorda se considera a sí misma como una minoría lingüística, más con un
problema de comunicación que con una condición de discapacidad y por lo tanto
este último término, consideran ellos, no los representa.
Los Juegos Paralímpicos se desarrollaron
entre 1960 y 1972 con la denominación de Stoke Mandeville y en 1976 como Torontolimpiadas
(Briskin, 2010); sobre 1984 empezaron a llamarse oficialmente Juegos
Paralímpicos y a partir de 1988, se vienen realizando con la misma estructura, los
mismos rituales, el mismo esquema de competencia y en los mismos escenarios que
los Juegos Olímpicos (Matveev et al. 2006).
Al igual que en el deporte olímpico su crecimiento ha sido desbordante pasando de
400 deportistas de 23 países que compitieron en Roma 1960 a 3.951 procedentes de
146 países que compitieron en Beijing en el año 2008.
La celebración de los Juegos
Paralímpicos en los mismos escenarios y con la misma estructura logística y
técnica de los Juegos Olímpicos representa un reconocimiento de igualdad de
derechos y de logros. La medalla que obtiene un deportista para su país tiene
la misma valoración en ambos eventos. La bandera que se exhibe durante la
ceremonia de premiación es la bandera del país de origen del atleta y por lo
tanto, en ese momento, se realiza una representación de nación, no de un sector
de la población.
En el escenario competitivo la mayoría
de los deportes del programa paralímpico son modalidades adaptadas de los deportes
del sector olímpico. Las excepciones son el goalball, la boccia y el rugby en
silla de ruedas que son modalidades creadas considerando la condición de
discapacidad de sus practicantes, sin embargo, sus procesos de entrenamiento y
competencia cumplen con los mismos estándares establecidos para el denominado
deporte convencional.
Una de las particularidades del deporte contemporáneo
en los últimos años es una clara tendencia a la integración (asimilación) del
deporte paralímpico con las federaciones convencionales. Esta integración elimina
la brecha deportiva de los dos sectores y abre la puerta para la participación
de atletas con discapacidad en los diferentes eventos. Actualmente son nueve las Federaciones internacionales que han
vinculado a sus programas la modalidad paralímpica, ellas son: arquería,
ciclismo, deportes ecuestres, canotaje, remo, tenis de mesa, triatlón, curling
y tenis de campo. Adicionalmente, son cuatro, (vela, voleibol sentado,
baloncesto en silla de ruedas y rugby en silla de ruedas) las federaciones
autónomas que gobiernan estos deportes dentro del sistema paralímpico
internacional.
Es así como existe una tendencia hacia
la unificación que evidencia una acción cada vez menor de las agremiaciones deportivas
por discapacidad y la celebración futura de eventos integrados, reconfirmando
el concepto de deportistas, no de discapacitados, para todos los participantes
del sector paralímpico. Un ejemplo de esto son los Commonwealth Games, un evento deportivo que se celebra cada cuatro años que
convoca a más de 70 países que forman parte, o que tienen nexos, con la Mancomunidad Británica de Naciones. El programa de los Juegos contempla eventos para deportistas con
discapacidad, en la categoría EAD (elite athletes with a disability) en
atletismo, bolos, natación, tenis de mesa y levantamiento de pesas.
Esta asimilación de los deportes del
sector paralímpico en federaciones olímpicas no sólo ha correspondido a aspectos
administrativos sino también a aspectos técnicos. En este caso se benefician ambos
sectores pues aumenta la oferta del producto deporte convencional y aumenta el
número de competencias para los deportistas con discapacidad. Como consecuencia
lógica de esta situación se prevé una mayor atención del público en los
diferentes eventos; mayor especialización de los deportistas y un desarrollo
acelerado de los resultados.
Es relevante aquí considerar que más
allá de las especificidades de la discapacidad, ambos sectores deportivos
presentan actualmente características similares. Entre las más importantes
tenemos:
·
Alto
carácter científico. Hace mucho tiempo que el
deporte de rendimiento dejó de ser una actividad romántica (exclusivamente) y
sus procesos de entrenamiento son cada vez más complejos. La dinámica del
entrenamiento tiene un alto carácter científico en el cual confluyen los
aportes de las diferentes ciencias relacionadas con el mismo.
·
Formas
organizativas. El deporte paralímpico ha nacido y se
ha desarrollado de manera más acelerada que el denominado deporte convencional
debido a que ha adaptado su estructura funcional a sus necesidades. El sistema
presenta una estructura autónoma que rige el deporte a nivel internacional.
·
Procesos
de entrenamiento. La dinámica de entrenamiento
del deporte paralímpico presenta una estructura similar a la de los deportes
del sector convencional. Los elementos que conforman el proceso son similares
tanto en duración sesiones, densidad, volúmenes relativos (acordes a la discapacidad),
equipo de apoyo médico, competencias y logística. Es bien sabido que muchos
deportistas del sector paralímpico desarrollan sus procesos de entrenamiento
con deportistas convencionales. Esto ocurre principalmente en natación,
especialmente en clasificaciones altas; atletismo, ciclismo, tiro con arco, tiro
deportivo y tenis de mesa; incluso algunos deportistas compiten en su ciclo
regular con deportistas sin discapacidad.
Deportistas
olímpicos con discapacidad: Una revisión histórica referencia
la participación de deportistas con discapacidad en el sector convencional
(Jones, 2010). El primer caso del cual se tiene registro es el de George Eysel,
gimnasta estadounidense quien en su juventud sufrió pérdida de su pierna
izquierda y utilizaba una prótesis de madera quien logró tres medallas de oro
en gimnasia en los Juegos Olímpicos de 1904. Por su parte Oliver Halasy, deportista
húngaro que presentaba amputación parcial de su pierna izquierda fue medallista
de oro en 1932 y 1936 con el equipo de polo acuático de su país. Liz Hartel,
jinete danesa fue medallista de plata en los Juegos Olímpicos de 1952 y en
1956, en doma clásica individual, Liz estaba inmovilizada de la cintura hacia
abajo debido a las secuelas de polio. Karol Takacs, era un miembro del equipo nacional
de Hungría de tiro con pistola y uno de los mejores deportistas a finales de la
década de los 30. Takacs perdió su mano derecha en maniobras militares y aprendió a disparar con la
izquierda. En los Juegos Olímpicos celebrados en 1948, ante la sorpresa de los
participantes Takacs reapareció y logró
la medalla de oro para su país, título que repitió en el año de 1952. Finalmente
anotaremos la historia de Jim Abbot pitcher de béisbol, medallista Olímpico de
Seúl en 1988 quien jugó 10 temporadas en la MLB, la Major Baseball League, las denominadas
Grandes Ligas, pese a haber nacido sin su mano derecha. Una historia que
requiere ser mencionada es la Terence Parkin nadador surafricano, sordo de
nacimiento, quien en los Juegos Olímpicos de Los Angeles en 1984 logró medalla
de plata en los 200 metros pecho, hecho bastante
relevante considerando que su sordera le significó toda la vida desventaja
frente a sus rivales al momento de la partida.
Deportistas
en ambos eventos: Es importante aquí mencionar
el caso de deportistas del sector paralímpico que han participado también en el
escenario olímpico; de manera concreta se referencian seis deportistas con
participación en los dos eventos.
Nerolli Fairhall, deportista
neozelandesa quien ostenta el título del primera deportista con paraplejia en
participar en unos Juegos Olímpicos. Nerolli participó en los Juegos
Paralímpicos celebrados en 1974 en pruebas de atletismo, luego en 1980
participó logrando medalla de oro en tiro con arco y posteriormente participó
en dicha modalidad en los Juegos Olímpicos en 1984. Esta atleta participó también
en los Juegos Paralímpicos de 1998 y 2000. Paola Fantato, es una
deportista italiana especialista
en tiro con arco que participó en cinco ocasiones consecutivas en los Juegos
Paralímpicos desde Seúl 1988 hasta Atenas 2004 logrando cinco oros, una plata y
un bronce. Esta deportista, que debido a que su afección de polio utilizaba una
silla de ruedas para su desplazamiento, participó también en los Juegos
Olímpicos de Atlanta en 1996 (Sainsbury,
2004). Marla Runyan Deportista
de baja visión, atleta del equipo nacional de los Estados Unidos en diferentes
modalidades del atletismo. Participó en los Juegos Olímpicos de Sydney en el
año 2000, luego de haberse coronado cuatro veces campeona en los Juegos
Paralímpicos de 1992 en Barcelona y haber logrado oro y plata en 1996 en
Atlanta. Natalie Du Toit (Hawthorne & Du Toit, 2006), nadadora surafricana
quien en su infancia y juventud se destacó como la mejor de su país y una de las
mejores del mundo. A la edad de 17 años sufrió un accidente que le significó la
amputación de su pierna izquierda, hecho que afectó su carrera deportiva pero
no sus deseos de logros. En el año 2004 participó en los Juegos Paralímpicos de
Atenas logrando tres medallas de oro e igual número de medallas de plata. En el
año 2007 logró su marca de clasificación a los Juegos de Beijing 2008 en donde
participó en la prueba de 10 k ubicándose en el lugar 16; posteriormente
participó en los Juegos Paralímpicos en donde obtuvo cinco medallas de oro. La
última representante de este selecto grupo es Natalia Partyka, jugadora polaca
de tenis de mesa fue ganadora de medalla de oro en los Juegos Paralímpicos de Atenas y de Beijing en tenis
de mesa y participó en los Juegos Olímpicos de Beijing. La referencia más
reciente es la de Brian Mc Keever deportista que formó parte del equipo
nacional de Canadá de ski en la modalidad de cross-country que participó en los
Juegos Olímpicos de Vancouver 2010 y ha competido en tres oportunidades en los
Juegos Paralímpicos de invierno (Salt Lake 2002, Torino 2006 y Vancouver 2010)
en las pruebas de cross country y biatlón en los que ganó siete medallas de
oro, dos de plata y una bronce. Pese a que antes de la prueba el entrenador
decidió relevarlo, es hasta ahora el primer atleta en registrar participación
en ambos eventos, (Jones, 2010).
Todas estas situaciones evidencian un
proceso de desarrollo importante para el futuro del sector paralímpico. De
hecho ya se nota un aumento significativo de cobertura mediática y de presencia
de público en los escenarios de eventos. Es importante recordar, que más allá
de los resultados deportivos, representados en récords, medallas y registros,
el deporte paralímpico, al igual que el deporte olímpico, tiene una misión (a
todo nivel) muy importante y es la de
consolidarse como herramienta de inclusión social. Es evidente que mediante la
práctica deportiva se envía un efectivo mensaje de poder, eliminándose así los
preconceptos tradicionales de in-capacidad tan ligados a la discapacidad.
DIFICULTADES
QUE AFRONTA EL DEPORTE PARALÍMPICO PARA SU DESARROLLO
Al analizar la dinámica de desarrollo
del deporte Paralímpico encontramos que presenta en muchos casos gran similitud
con el desarrollo del deporte Olímpico.
Se enumeran aquí algunas de las
dificultades más relevantes:
·
Desconocimiento
del deporte. Como norma, existe un desconocimiento
general sobre la dinámica del deporte paralímpico (clasificaciones, pruebas,
eventos). Los comentaristas y presentadores deportivos de radio y televisión
generalmente no ilustran al público sobre el tema y por tal motivo no hay
cobertura adecuada de medios, no se atraen patrocinadores y no se consolidad una
cultura deportiva sobre el paralimpismo (Dull-Tepper, 1994). Esta situación ha
venido cambiando y ya algunos deportes se están consolidando como espectáculos con
considerable asistencia de público, entre ellos sobresalen los eventos
internacionales de baloncesto en silla de ruedas, la natación y el hockey sobre
el hielo (Sainsbury, 2004).
·
Dificultades
económicas. Esta consideración surge a partir de
que la condición de discapacidad especialmente en los países en vías de
desarrollo está muy ligada a la pobreza, situación que se refleja directamente
en la baja cobertura de los programas deportivos para personas con discapacidad
y es la razón por la cual se presenta una gran distancia en resultados entre
los países. Estudios del Banco Mundial determinan que en Latinoamérica más de
un cuarto de la población se encuentra afectada de manera directa o indirecta
por situación de discapacidad y cerca del 82% de ellos vive bajo el umbral de
pobreza (Samaniego de García, 2006). Pese a los importantes avances, en muchos
países, los recursos asignados al sector del deporte paralímpico son
considerados desde la esfera de la salud como apoyo a la discapacidad y no
desde la esfera del deporte competitivo, por lo tanto su disponibilidad depende
de instancias no relacionadas directamente con el deporte hecho que dificulta
el desarrollo de procesos.
·
Baja
participación de empresa privada en el sector. Esta
situación se presenta debido a la relativa juventud del sistema y al desconocimiento
general sobre el deporte paralímpico. Sin embargo, a nivel internacional se
debe aclarar que los eventos internacionales del paralimpismo vienen siendo
objeto de vinculación de la empresa privada de manera sistemática y ya hay
deportistas que son patrocinados por empresas privadas más allá de los apoyos
gubernamentales, mostrándose así una dinámica hacia el profesionalismo que
caracteriza el deporte de alto rendimiento de hoy en día. Esta adversidad se
considera actualmente una gran oportunidad para empresas interesadas en
consolidar su marca mediante eventos deportivos, que encuentran puertas
cerradas o afrontan costos inaccesibles en los eventos principales (Sánchez
& Mercado, 2011).
·
Problemas
de carácter ético. Debido al afán de logros y
de reconocimiento se presentan situaciones anómalas que influyen en las demás
condiciones. Aquí se relacionan, desafortunadamente, todos los aspectos
relacionados con corrupción administrativa y la situación más frecuente, la
exageración de la condición de discapacidad por parte de los deportistas (como
iniciativa personal o recomendada) para lograr una clasificación baja generándose
así una ventaja sobre los rivales.
·
Exención
médica. Las particularidades clínicas de la
discapacidad implican que muchos deportistas deban tomar medicamentos de manera
sistemática. Esta situación genera que en algunos casos los deportistas deban solicitar
la exención médica debido a que los productos utilizados se encuentran dentro
de la listas de sustancias consideradas como dopaje. Esta particularidad del
deporte Paralímpico, que se encuentra plenamente reglamentada, puede generar
situaciones puntuales en competencia que hacen temer posibilidades de fraudes
durante el proceso.
·
Cobertura
insuficiente de la clasificación médica y funcional. Este
hecho limita las posibilidades de participación amplia de los atletas del
sector. Los equipos de clasificadores calificados son insuficientes para ofrecer
la cobertura necesaria del sistema y como norma pertenecen a los países de alto
desarrollo deportivo y su participación a procesos nacionales en países en
desarrollo es baja limitándose así las posibilidades de participación de los
atletas.
·
Insuficiente
personal especializado. Se relaciona aquí la baja cobertura
de entrenadores calificados en entrenamiento y en discapacidad. De igual manera
se considera que no existen muchos
centros de formación para el personal de apoyo médico a los procesos deportivos
paralímpicos. Se aclara que la mayoría de las universidades nacionales con
programas relacionados con actividad física, deporte y recreación vienen
incorporando sistemáticamente cátedras relacionadas con el deporte paralímpico
y de manera general los nuevos egresados ya poseen elementos teórico-prácticos
del deporte adaptado.
·
Relativa
escasa investigación sobre procesos de entrenamiento deportivo orientado al
sector paralímpico. Si bien es claro que en la
última década se multiplicó el número de trabajos de investigación y las
publicaciones relacionadas con deporte paralímpico, se evidencia que este es un
campo de acción que tiene un amplio espacio para su desarrollo. Se requiere
mayor rigor científico en el seguimiento de los procesos como forma de evitar errores
metodológicos que pueden afectar la salud de los participantes.
·
Escenarios
deportivos no adaptados. Esta es una de las principales debilidades del sistema deportivo
en la mayoría de los países y es una situación que limita las posibilidades de
desarrollo del sector paralímpico (Dull-Tepper, 1994).
·
Limitada
accesibilidad del transporte público. Esta
situación, generalizada para la mayoría de los países en vías de desarrollo, dificulta
las posibilidades de acceso de los deportistas a los sitios de práctica.
·
Altos
costos de implementación deportiva específica.
Esta realidad genera una amplia brecha
en las posibilidades de logros de los deportistas procedentes de países del
tercer mundo frente a los países económicamente fuertes. Los elevados costos de prótesis y sillas para
las diferentes modalidades hacen que la posibilidad de acceso a la alta
tecnología sea limitada y genere desequilibrio en la participación competitiva
de los atletas.
·
Densidad
del programa de competencia. En los Juegos Olímpicos de
Beijing se entregaron 958 medallas (302-303-353) mientras que en los Juegos
Paralímpicos del mismo año fueron 1431 (473-471-487), esta es una de las
situaciones que presenta mayor controversia al hablar de eventos unificados que
congreguen a los dos sectores. Este
panorama se hace aún más complejo considerando la posibilidad de inclusión de
nuevos deportes al programa de Juegos Paralímpicos. Para solucionar esta
situación se están desarrollando dinámicas que implican la fusión de categorías
como forma de reducir el número de competencias y de elevar el nivel de
competición (Sainsbury, 2004).
EL
ENTRENAMIENTO DEPORTIVO EN EL SECTOR PARALÍMPICO
El entrenamiento deportivo es un sistema
integrado por diferentes componentes: técnico, táctico, físico, psicológico,
teórico e integral. Todos los componentes son importantes para el logro de los
resultados. Por lo tanto, los entrenadores del sistema paralímpico deben asumir
un compromiso que implica conocer sobre la teoría y metodología del
entrenamiento deportivo en general; los elementos relacionados con el deporte
específico y sobre las particularidades de la discapacidad.
Para este proceso, históricamente se han
presentado dos frentes; por un lado la propuesta de adaptación del desarrollo
de la metodología del entrenamiento convencional al sector paralímpico y por
otro lado la consideración de la discapacidad como elemento orientador del
proceso. Se entiende que ambas propuestas son válidas y que depende de cada
caso su implementación. En la medida en que el deporte paralímpico ha
evolucionado ha mostrado cada vez mayor cercanía con la metodología tradicional
del deporte. Es así como en algunos países existe una gran cercanía
administrativa para los procesos y éstos se desarrollan de manera integrada
para algunos deportistas. De todas maneras, para los procesos con deportistas
del sector paralímpico se deben considerar aspectos puntuales tales como:
- Tipo de discapacidad del deportista
- Forma y momento de adquisición de la discapacidad
- Nivel de afectación funcional y motora
- Pasado deportivo
- Posibilidades reales de logros
- Condiciones de desarrollo del proceso
Recordemos que cualquier actividad
física realizada por un atleta conduce a alteraciones anatómicas, fisiológicas,
bioquímicas y psicológicas. El beneficio que dicha actividad genera dependerá de
las características de la carga (duración, volumen, intensidad, densidad y la
frecuencia) y una adecuada metodología de aplicación (Forteza de la Rosa,
2001).
UNA
MIRADA HACIA EL FUTURO
En la acelerada dinámica de desarrollo
del deporte, son varios los frentes que ocupan la atención del Comité
Paralímpico Internacional. De manera
especial se considera la necesidad de fomentar la participación de mujeres y
atletas con discapacidades severas en el escenario competitivo (Sainsbury,
2004). Aquí el tema versa no solo en
referencia a las medallas sino sobre la necesidad de generar cambios culturales
que permitan mayores espacios de inclusión social a las personas con discapacidad
en los diferentes entornos. Los logros
de los atletas en eventos deportivos, y su visibilidad a través de los medios,
generan un impacto positivo en el imaginario colectivo sobre las posibilidades
amplias de participación social de las personas con discapacidad.
La orientación conceptual de todo el
proceso apunta hacia la consideración que los atletas del sector paralímpico
son deportistas en el pleno sentido de la expresión y no discapacitados que
hacen deporte.
El deporte es inspiracional y para el
caso del paralimpismo este concepto adquiere un valor aún mayor pues cambia los
paradigmas sociales de incapacidad por los de poder. El deportista paralímpico que
logra resultados de alto nivel deja de ser objeto de lástima para convertirse
en sujeto de admiración. Las historias de vida de los atletas del sector
paralímpico implican por un lado la superación de la dificultad propia de la
discapacidad y extensivamente el desarrollo de un proceso de entrenamiento con
miras al resultado deportivo. Este tema aunque novedoso ya tiene bastante
desarrollo pues se ha evidenciado que existe en este campo una gran oportunidad
de inversión ante la imposibilidad de las empresas de acceder a los eventos de
carácter olímpico y mundial que ya han sido colmados por las organizaciones
tradicionales. Algunos atletas del sector ya pertenecen a la selecta nómina de
deportistas patrocinados por empresas que anteriormente no tenían dentro de sus
estrategias de mercado al deporte paralímpico. El caso más conocido por todos
es el del atleta surafricano Oscar Pistorius, quien hace parte de las campañas
publicitarias de Nike y de otras empresas interesadas en utilizar su imagen y
su historia de vida para beneficio de su marca. En este caso el tema
discapacidad se convierte en un valor agregado al del logro deportivo
consolidándose así una mejor oportunidad de comunicación comercial hacia el
público objetivo.
La participación de dos deportistas del
sector paralímpico en los recientes Juegos Olímpicos de Beijing 2008, los cuales
lograron su clasificación al evento en igualdad de condiciones que sus rivales
no discapacitados, se establece como un nuevo hito en el proceso de participación
de los atletas del sector. La nadadora surafricana Natalie DuToit y la
tenimesista polaca Natalia Partika demostraron que la discapacidad no es la
limitante para el logro de metas de alto nivel, así que es probable que en los
próximos Juegos y en otros eventos de alto nivel haya un número mayor de
deportistas paralímpicos en el llamado convencional. Por último, la reciente clasificación del
corredor surafricano Oscar Pistorius a los Juegos Olímpicos de Londres 2012 se convierte hecho deportivo que (de
darse su participación en el evento) enviará un poderoso mensaje de integración,
consolidándose así desde la práctica una cercanía cada vez mayor de los dos
sectores que permite imaginar que a futuro tendremos más eventos en los cuales
el tema discapacidad se considere como una categoría dentro del programa
competitivo acercándonos más al cumplimiento del objetivo principal del deporte,
la inclusión.
Conflicto de intereses:
El autor declara que no existe ningún conflicto de intereses que ponga en
riesgo la validez de la información presentada.
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la condición de discapacidad es un tema que existe desde los orígenes del hombre, hablamos de hace unos 300.000 a.c cuando ser diferente a lo convencional significaba ser, o no ser, apto para la participación en la sociedad.
ResponderEliminarA través de la bibliografía, es posible conocer las situaciones precarias que estas personas tuvieron que afrontar, pasando desde una concepción meramente demonológica, hacia un paradigma social, pasando antes por uno re habilitador o medico. gracias a esta transición la humanidad ha empezado a notar que las personas no son importantes por el nivel de lastima que puedan producir, sino por el nivel de logros a los que pueda llegar. es por esto que el paralimpismo hoy tiene un gran valor en la vida de las personas en condición de discapacidad pues, significa una oportunidad para desarrollar la autonomía que en otras situaciones podría ser menos accesible. es aquí en donde surge la duda sobre los pro y contra de unir el COI y el CPI.
no se puede desconocer el impacto que los juegos paralimpicos han tenido en la concepción de discapacidad, al llevar lo que parecía un problema, hacia una cúspide del rendimiento y pidiendo en relieve las potencialidades de cada persona. es entonces en donde surge una interrogante ¿ unificar el COI y CPI podría quitarle protagonismo a las personas en condición de discapacidad? o por el contrario es una posibilidad de integración y disfrute de las múltiples opciones motrices del ser humano.
una característica de las condiciones de discapacidad es la gran gama instituciones que han trabajo por brindar acceso a las personas catalogadas como diferentes, pero, si nos detenemos a conocer dichas instituciones podremos notar que es un numero creciente y aunque la intencion es buena es posible argumentar que ante el deseo de generar inclusión, es tal la cantidad de organizaciones y federaciones relacionadas con el tema que da la impresión de estar generando un espacio de exclusión, dentro de la inclusión.
resulta interesante pensar la condición de discapacidad como diversidad funcional, si lo unimos a los constantes avances tecnológicos que dan para pensar al ser humano como un androide en un futuro, con el invento de la nanotecnologia podemos vislumbrar a un ser humano con potencialidades mayores a las naturales, al unir su potencial físico con potenciadores fisiológicos. es entonces en donde surge una discusión de carácter ético. la cual con el tiempo podría volverse un actuar natural. realizar algún tipo de amputación con el único objetivo de instalar en el organismo elementos de mejor calidad.
hablo desde lo personal cuando digo: consideraría la opción de un cambio, si tuviera la oportunidad de mejorar mi sistema esquelético por uno de mayor dureza como por ejemplo, uno en fibra de carbono. Los avances en materia de guerra han llevado a la construcción de exoesqueletos los cuales proveen a su portador de mayor velocidad, fuerza y resistencia. estas palabras para muchas personas podrían sonar dañinas contra la integridad humana pues resulta inevitable anteponer una mirada religiosa a esta clase de situaciones etiquetándolas con la frase (jugar a ser Dios) desde mi perspectiva el tema teo-centrista pasa a un segundo plano pues considero la evolución humana como la principal razón de nuestro existir, y si mejorar significa alterar el organismo, yo me uno a ese conglomerado que ve en la diferencia una posibilidad de ser mejor.